lunes, 12 de junio de 2017

COMUNICADO DEL CLAUSTRO DE PROFESORES


EL CLAUSTRO DE PROFESORES DE LA FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIAS POLÍTICAS DE LA UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA, quiere hacer públicas algunas consideraciones sobre las últimas medidas tomadas por el Comité Rectoral de la Institución:

   “Nos duele registrar que al interior del Campus Universitario se vienen presentando acciones   
  delictivas que generan peligro para quienes convivimos en este espacio. Se trata de situaciones    provocadas por unos pocos, la mayoría externos a la Universidad, que no pueden continuar y   mucho menos opacar el gran valor de la Institución en sus distintos ámbitos”: Mauricio Alviar.

El Claustro comparte estas preocupaciones pero considera que la respuesta que le ha dado la administración de la Universidad de Antioquia es errática y engendra más problemas de los que pretende resolver, por las siguientes razones:

1. La solución de cualquier problema requiere que se le delimite adecuadamente, se distinga de otros y se le trate diferencialmente. Cuando se mezclan problemas tan antiguos y a su vez, tan diferentes como el tráfico y consumo de estupefacientes, las ventas ambulantes, las rumbas y dos o tres hurtos de reciente ocurrencia, la posible solución se complica innecesariamente, y la credibilidad sobre las decisiones decrece porque se dice que se estaban pensando hace tiempo, pero se justifican en hechos inmediatos. Es decir, hay una incoherencia entre lo que se dice y la forma como se justifica lo que se hace.

2. Por otro lado, se apela a la comunidad universitaria para que se solidarice y colabore con unas decisiones que no se le han compartido, de las cuales se desconoce los diagnósticos en los que se apoya y, además, se toman de una manera completamente vertical e inconsulta. Unas medidas que toman como objeto y no como sujeto a esa comunidad, nacen con un déficit de legitimidad política e institucional insuperable.

3. Tal vez no se encuentra una palabra más equívoca y peligrosa políticamente que la seguridad. Los grandes autoritarismos han florecido al amparo de cualquier solución que ofrezca una fórmula mágica contra el miedo y contra la inseguridad. Y la seguridad es el comodín para reducir todos los problemas a una nebulosa que los hace inaprehensibles, inseparables, y por consiguiente insolubles. Valdría la pena recordar la seguridad nacional, la seguridad ciudadana y para no ir muy lejos, la seguridad democrática.

4. El gran impacto mediático que ha logrado la administración con sus medidas y su justificación, permite recrear una narrativa que, en lugar de defender la Universidad, la presenta ante la opinión pública como un espacio donde se atraca, se trafica, y se realizan todos tipo de ilegalidades e inequidades. Es lamentable que el Rector sea el canal para una imagen tan siniestra de la institución que dirige y que, de contera, sirva para que a todos los integrantes de la comunidad se nos considere parte de ese mundo ilegal y oscuro. A lo mejor es la respuesta que se espera darle al miedo para conjurarlo, pero resulta altamente peligrosa, por lo riesgos que su realización implica.

5. Algunas medidas parecen meramente simbólicas: ¿se resuelven los problemas de la Universidad al entregarle la cédula y permitir que se nos esculquen nuestras pertenencias, a los empleados de una agencia de seguridad privada? ¿Tiene la Universidad la potestad de imponer medidas que van más allá de las leyes?

6. Es una lástima, además, que la autoridad de la Universidad aparezca solo cuando se trata de medidas de este tipo, porque para una gestión eficiente en cualquier campo se requiere legitimidad frente a los destinatarios de las mismas. Le presta un pobre servicio a la legitimidad de las autoridades universitarias, que ellas se tengan que apoyar en las autoridades de policía para avalar sus medidas. El señor Rector con el secretario de gobierno municipal y otras autoridades, decidiendo la suerte de la Universidad, evoca una época en que se ejercía la autoridad con el mero recurso de la fuerza, porque no se ha buscado afincarla en otros procedimientos ni usando otra metodología. En definitiva, una autoridad que se delega en la policía y se ejerce físicamente a través de controles invasivos.

7. Y todo esto resulta paradójico en un momento en el cual el país parece caminar en otra dirección y además la misma Universidad dice estar comprometida con la paz. No quiere el Claustro decir que el problema de la delincuencia y otras incivilidades sean asimilable a los problemas políticos derivados del conflicto armado interno, pero sí pedimos un poco de coherencia en el manejo de los problemas y que no sea la fuerza, que no puede hacer distinciones, la única vía para resolver algunos problemas importantes en la Universidad.

8. Como Claustro estamos comprometidos con la buena marcha de la Universidad y el bienestar de sus integrantes, pero consideramos que esto se puede lograr sólo a partir de unas condiciones mínimas:

    8.1. Que las medidas que nos afectan tengan por lo menos una discusión con los interesados, y que     se apoyen en estudios y diagnósticos, que sean públicamente conocidos.

    8.2. Que las medidas partan del supuesto de que en la Universidad existe una comunidad de sujetos
    capaces, a los que simplemente no se les llame para apoyar y solidarizarse con las medidas que
    unos pocos han tomado, sino que se les informe transparentemente y de una manera tal que ese       
    apoyo no provenga de agentes externos, sino de los órganos competentes de misma.

9. Esperamos en todo caso, que estas decisiones no sean una provocación deliberada para propiciar una reacción que legitime un cierre de la Universidad para reformarla y seguir tomando medidas a espaldas de toda la comunidad universitaria. Como siempre, estamos convencidos que la Universidad que deseamos es una Universidad abierta, deliberante y participativa y no una Universidad en la cual sus decisiones importantes sean fruto del equipo rectoral, que no se toma la molestia de indicar en qué fundamentan sus medidas, en qué diagnósticos se apoyan y con quiénes consultan.

Hacemos estas consideraciones porque estamos interesados en la buena marcha de la Universidad y en el bienestar de los universitarios.

Las medidas que se tomen, además de eficaces, o tal vez para que sean eficaces, tienen que ser oportunas y no lo son cuando desde su anuncio, ya perturban.

Medellín, junio 6 de 2017



* * *

TE INVITAMOS A COMENTAR LIBREMENTE EL TEMA, E IGUALMENTE, A QUE COMPARTAS TU VISIÓN A PARTIR DE LAS SIGUIENTES PREGUNTAS:

¿Qué opinas sobre las preocupaciones que expone el Comité Rectoral en cuanto a la situación que vive la Universidad, y también, sobre las reflexiones públicas del Claustro de Profesores?, ¿Cuál es tu apuesta para la construcción de la Universidad desde el vínculo que tienes con ella?


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martes, 30 de mayo de 2017

¡CINECLUB VOCES Y CINECLUB ALUCINE TE INVITAN A SU CICLO CONJUNTO "COLOMBIA: ¿ECOS VIGENTES DE UNA HISTORIA NECROFÍLICA?"!


TODAS LAS PELÍCULAS SERÁN PROYECTADAS EN LA CIUDAD UNIVERSITARIA DE LA UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA



EL BAILE ROJO: MEMORIA DE LOS SILENCIADOS
DIRECTOR: YEZID CAMPOS ZORNOSA
PAÍS: COLOMBIA
AÑO: 2003

VIERNES 2 DE JUNIO DE 2017
LUGAR: AUDITORIO HORACIO MONTOYA GIL (10-222)
HORA: 12:00 M.

SINOPSIS:
Documental, realizado por Yesid Campos, pone en evidencia a lo largo de 55 minutos: "uno de los más cruentos y atroces episodios de la intolerancia y de la deshumanización del conflicto y la guerra en Colombia: el exterminio sistemático y planificado desde 1984 hasta el presente, de alrededor de 3.000 miembros y simpatizantes de la organización política legal de oposición Unión Patriótica".
El exterminio de la Unión Patriótica fue una política deliberada del Estado colombiano. Es así que, en agosto de 1986, se pone en marcha un Plan denominado "Baile Rojo", el cual buscaba asesinar a la mayoría de los miembros de la UP que habían sido elegidos en cargos de representación popular. (Fuente: CLACSO TV)




CARTA A UNA SOMBRA
DIRECTORES: DANIELA ABAD Y MIGUEL SALAZAR
PAÍS: COLOMBIA
AÑO: 2015

VIERNES 9 DE JUNIO DE 2017
LUGAR: AUDITORIO HORACIO MONTOYA GIL (10-222)
HORA: 12:00 M.

SINOPSIS:
En el 2006, Héctor Abad Faciolince publicó El olvido que seremos, un desgarrador relato de la vida y muerte de su padre Héctor Abad Gómez, un colombiano pionero en el campo de la salud pública y un vehemente defensor de los derechos humanos, que fue asesinado a sangre fría por un sicario en las calles de Medellín en 1987. El documental reconstruye la historia del libro adentrándose en los espacios más íntimos de la familia Abad y apoyándose en un valioso archivo familiar. Entre la memoria personal y la memoria histórica, en “una batalla contra la desmemoria, contra el olvido”, Carta a una Sombra presenta un escalofriante retrato de la violencia política que azotó a Colombia y elabora una radiografía de la sociedad colombiana desde la intimidad del duelo de la familia Abad. (Fuente: FILMAFFINITY)




MARULO, EN EL FRAGOR DE LA LUCHA O EN LA QUIETUD DE LA MUERTE
DIRECTOR: CARLOS VILLA
PAÍS: COLOMBIA
AÑO: 2016

VIERNES 9 DE JUNIO DE 2017
LUGAR: SALA DE CINE LUIS ALBERTO ÁLVAREZ (10-217)
HORA: 4:00 PM

SINOPSIS:
La muerte del estudiante de filosofía y reconocido defensor de derechos humanos GUSTAVO MARULANDA representa un quiebre en la historia de la Universidad de Antioquia; cuando el miedo ya no es suficiente para contener al movimiento social, se implementa el terror como estrategia. (Fuente: Página de facebook: "Marulo, en el fragor de la lucha o en la quietud de la muerte".)




9 DE CADA 10
DIRECTOR: IÑAKI ALFORJA
PAÍS: ESPAÑA
AÑO: 2009

VIERNES 16 DE JUNIO DE 2017
LUGAR: AUDITORIO HORACIO MONTOYA GIL (10-222)
HORA: 12:00 M.

SINOPSIS:
Colombia ocupa un lugar destacado en el trágico ranking de países con mayor número de sindicalistas asesinados. Pero este hecho es un drama que no suele aparecer en los medios de comunicación. La represión sindical, como queda evidenciado en el documental, tiene una estrecha relación con el saqueo de los recursos naturales del país perpetrado por multinacionales.
“9 de cada 10“, documental realizado por Iñaqui Alforja denuncia, a través de testimonios directos, por qué nueve de cada diez sindicalistas asesinados en el mundo son colombianos. (Fuente: Partido Comunista de España Sevilla)




FALSOS POSITIVOS
DIRECTORES: SIMONE BRUNO Y DADO CARILLO
PAÍS: COLOMBIA
AÑO: 2009

VIERNES 23 DE JUNIO DE 2017
LUGAR: AUDITORIO HORACIO MONTOYA GIL (10-222)
HORA: 12:00 M.

SINOPSIS:
Investigación a propósito del escándalo que estalló en octubre de 2008 relacionado con los asesinatos extrajudiciales presentados como positivos de la guerrilla por el ejército de Colombia. En su guerra contra las Farc durante el gobierno del presidente Álvaro Uribe Vélez, los soldados recibieron dinero por cada guerrillero muerto. Se calcula que 1.800 inocentes perdieron la vida en estas trágicas circunstancias. El documental sigue el viaje de dos familias que luchan por la recuperación de sus parientes asesinados y profundiza mediante impactantes entrevistas realizadas a un militar, activistas, políticos y testigos implicados. (Fuente: FILMAFFINITY)




RETRATOS DE FAMILIA
DIRECTORA: ALEXANDRA CARDONA RESTREPO
PAÍS: COLOMBIA
AÑO: 2013

VIERNES 23 DE JUNIO DE 2017
LUGAR: SALA DE CINE LUIS ALBERTO ÁLVAREZ (10-217)
HORA: 4:00 PM

SINOPSIS:
Entre enero y agosto del 2008, 14 muchachos desaparecieron del municipio de Soacha, en las cercanías de Bogotá. Casi todos salieron de las casas con la oferta de un trabajo y jamás regresaron. A finales de agosto y en septiembre del mismo año se denunció que en el cementerio de Ocaña, al norte de Santander, se hallaban enterrados en fosas comunes una serie de hombres reportados como NN, supuestamente guerrilleros dados de baja en combate por el ejército. Pero pronto se evidenció la fragilidad de las versiones y se desató el escándalo de los llamados falsos positivos, uno de los episodios de corrupción moral más graves de Colombia. Una verdadera historia de terror que Retratos de familia reconstruye a través de entrevistas con las madres, hermanos y compañeras de algunos de los desaparecidos y sus álbumes de fotos, evidenciando la pesadilla de los engaños, la dolorosa travesía para exhumar los cuerpos, las amenazas y muertes subsiguientes. En el camino, las familias se convirtieron en defensores de los Derechos Humanos. Un documento desgarrador que nunca podrá olvidarse. (Fuente: FILMAFFINITY)

jueves, 20 de abril de 2017

¡EL SEMILLERO TE INVITA AL CINECLUB VOCES, EN SU CICLO "CONFLICTO, MEMORIA Y RESISTENCIA. REFLEXIONES PARA LA CONSTRUCCIÓN DE PAZ"!


TODAS LAS PELÍCULAS SERÁN PROYECTADAS EN LA SALA DE CINE LUIS ALBERTO ÁLVAREZ, AULA 10-217 DE LA UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA




RETRATOS EN UN MAR DE MENTIRAS
DIRECTOR: CARLOS GAVIRIA
PAÍS: COLOMBIA
AÑO: 2010

VIERNES 21 DE ABRIL DE 2017
HORA: 4:00 PM


SINOPSIS:
Tras la muerte de su abuelo en un alúd de lodo, Jairo, un fotógrafo ambulante, y Marina, su prima muda y amnésica, deciden ir a recuperar la tierra de la que fueron desplazados años atrás. Viajan desde Bogotá a la costa colombiana en un viejo y destartalado Renault 4. Durante el viaje Marina comienza a revivir su traumático pasado. (Fuente: FILMAFFINITY)





GOTAS QUE AGRIETAN LA ROCA
DIRECTOR: ANTONIO GIRÓN
PAÍS: COLOMBIA
AÑO: 2013

VIERNES 5 DE MAYO DE 2017
HORA: 4:00 PM


SINOPSIS:
Desde 1978, un colectivo de abogados defiende los derechos humanos y promueve la paz en Colombia. En el marco de un conflicto armado de más de 50 años, acusar a los responsables de gravísimos crímenes en la más absoluta impunidad se convierte en una labor para nada exenta de riesgos y dificultades, pero sobre todo marcada por esa asombrosa persistencia de la gente capaz de convertir en posible lo que parecía imposible. (Fuente: Festival de la Memoria. Documental Iberoamericano)






NO HUBO TIEMPO PARA LA TRISTEZA
DIRECTOR: GONZALO SÁNCHEZ
PAÍS: COLOMBIA
AÑO: 2013

VIERNES 19 DE MAYO DE 2017
HORA: 4:00 PM


SINOPSIS:
El documental No hubo tiempo para la tristeza cuenta por qué Colombia ha sido escenario de un conflicto armado durante más de 50 años y cómo los ciudadanos han sobrevivido a este largo periodo de violencia. El relato refiere los hallazgos del Informe Basta ya Colombia. Memorias de guerra y dignidad elaborado por el Centro Nacional de Memoria Histórica. También presenta a hombres y mujeres que desde La Chorrera, Bojayá, San Carlos, las orillas del río Carare, Valle Encantado y Medellín dicen que Colombia no puede permitir que la atrocidad de la que ellos fueron testigos se repita. (Fuente: Centro Nacional de Memoria Histórica).

viernes, 31 de marzo de 2017

UNA INTRODUCCIÓN A LOS ESTUDIOS DE DERECHO Y CINE



Por: María Adelaida Galeano P.


Hablar de ver cine en una facultad de derecho, o del contenido de películas en una conversación seria entre abogados y estudiantes de derecho, no tiene razón para que sea un motivo de sorpresa en la época actual, donde se supone que las puertas del derecho se han abierto ya a otro tipo de miradas (Thury, 2009) y la visión formalista ha entrado en crisis (Triviño, 2007). Es un hecho que el séptimo arte, al superar su connotación de espectáculo ferial cuando el cinematógrafo todavía estaba en sus inicios (Medellín, 2013), se ha convertido en una fuente de reflexión, de expresión, diálogo, imaginación, luchas, símbolos y realidades. 

Las representaciones que nos ofrecen las imágenes de los filmes han centrado la atención de las sociedades, no exclusivamente evidenciada en la congregación de personas en las salas de cine, en los festivales y hasta en las habitaciones de las casas con televisor, sino también en otros ámbitos, relacionándolo por ejemplo con áreas como la filosofía, el psicoanálisis y la ciencia política, llegando incluso a que estudiosos del derecho de diversas partes del mundo hayan puesto en marcha proyectos con el fin de relacionar lo jurídico con aquel. No es raro entonces encontrarse con que desde contextos como el argentino, el español, el estadounidense o el colombiano, existan autores que investiguen el tema, dicten cursos o escriban sobre él.

Puede decirse que el conjunto de estos esfuerzos, primordialmente académicos, para entablar el vínculo, constituye los estudios de derecho y cine, un área que aunque no tiene por qué resultar disparatada seguramente se presenta todavía como novedosa en nuestro contexto colombiano. En nuestro caso, autores como César Oliveros Aya, Carlos Jerónimo Atehortúa y Martín Agudelo, son precisamente una muestra muy acertada de la germinación de estas reflexiones. Otros autores, como lo son Benjamín Rivaya, Valentín Thury Cornejo y José Luis Pérez Triviño, conforman una sólida selección para abordar el panorama extranjero, por lo menos en lo que tiene que ver con la esfera hispanohablante. 

Sin lugar a dudas, la introducción del cine como recurso didáctico en la enseñanza del derecho es una arista fuertemente trabajada en la literatura de derecho y cine, la cual se ve enriquecida reflexiva y propositivamente, a partir de diversas experiencias en contextos disímiles. Además de esto, la conformación de redes, como lo es la Red de Profesores para la Elaboración de Materiales Didácticos para la Enseñanza del Derecho a través del Cine, en España, y las publicaciones que se han ocupado del tema, en las que resalta la Colección Cine y Derecho de la editorial Tirant lo Blanch, son prácticas que dan vigor y contenido a estos estudios. En medio de estas cuestiones, el misterio que parece encerrar tan peculiar conexión entre lo jurídico y esta expresión artística, será cada vez más mágico y encantador, en tanto la mirada sobre la que se sustente esté abierta a una perspectiva de vida amplia, crítica e incluso utópica.

En el fondo, a lo que esto apunta, es a que los estudios de derecho y cine están en la posibilidad de variar en grados de agudeza. Así, y haciendo una metáfora, si se aborda la relación entre derecho y cine con un ángulo de 90°, los estudiosos del derecho que se acerquen al séptimo arte encontrarán una manera más amable y didáctica para aproximarse a un derecho rígido, aparentemente calculado e indiscutiblemente legítimo. En este grado de apertura, el cine alcanza a ser un elemento atractivo para darnos cuenta de que los pasajes de vida que representa no están lejos de los códigos, los tratados y las constituciones, privilegiando quizás un tipo de películas que se centran en tramas judiciales y procesos jurídicos. En esa medida, será una grata sorpresa observar en la pantalla que lo que se lee y se percibe en la vida diaria, en ese law in action indicado por el movimiento estadounidense Derecho y Sociedad, está allí reflejado, inserto en experiencias y emociones de las narrativas de quienes recurren a lo audiovisual para contactarnos en la dinámica de director-espectador.

Si continuamos, y el ángulo se amplía a un rango de 180°-240°, ¡claro!, el derecho ya no es más un asunto de memoria, y el cine deja de ser la miel que lo endulza para que el estudioso del derecho se adhiera de manera fácil a las palabras de la ley: ahora el cine no sólo aporta comprensión, el cine también desafía. En este punto hay un redescubrimiento de lo jurídico a través de la imagen, por lo que transita más decididamente a lo social, destapa la posibilidad de dudar, de hacerse preguntas, de explorar y ser curiosos hasta llegar a afinar unas herramientas críticas y hacer lecturas a ese nivel de lo que las historias de este y de aquel lado cuentan.

Los sujetos se vuelven más humanos, los estudiosos más sensibles, los hechos jurídicos van dejando de ser planos, y quizás la exposición de un caso en manos de un cliente o usuario va encajando en el rostro y la voz de uno de esos personajes cinematográficos, o en una situación problemática que se habrá develado artísticamente, o será la respuesta a las preguntas que nos habrá dejado un filme. El cine deja de ser una extensión del derecho porque este deja la vanidad de usarlo como el espejito que le responderá que “él es el más lindo del reino” y se atreve a ver más, a dialogar más, o en otras palabras, abandona la colonización que ya ha sido advertida por Valentín Thury Cornejo (2009).

Continuando con este ejercicio, si el ángulo supera esos 240°, el derecho y el cine se dan la oportunidad de trazar puentes de amistad, se plantean como cómplices para la reflexión abierta, despegan de sus bases porque sueñan, porque proponen, ven más allá, quebrantan y construyen. El derecho encuentra en el cine los llamados de un algo nuevo, de una posibilidad transformadora, de representaciones que muestran la superación de estados y situaciones, aunque vale decir, no siempre esperanzadoras, porque también habrá lugar a las pesadillas. A lo mejor desde el cine se contemplan y/o exponen las fuerzas que rodean lo normativo, lo “científico-jurídico”, para explorar otros potenciales que también son constructores de la realidad y que serían capaces de fortalecer las cadenas de lo preestablecido, o liberar más y más hacia horizontes inimaginados.

El derecho y el cine se toman con trascendencia, en este nivel corresponden a una visión madura tanto de las representaciones fílmicas como de la realidad y la “irrealidad”. Cruza por el reconocimiento de las figuras estrictamente jurídicas capturadas por el lente, atraviesa el contexto en los que emergen, las apuestas subjetivas que hay en su reverso, hasta llegar a vislumbrar y tocar otras orillas que no solamente retan, sorprenden y dejan interrogantes sino que también son capaces de proponer e irrumpir las lógicas de lo que es, acompañado de una perspectiva jurídica también capaz de acoger miradas novedosas, de desprenderse de sí y actuar con curiosidad y desprovista de prejuicios.

Como se observa, la ubicación que en los estudios de derecho y cine se les puede ofrecer a este par de creaciones sociales, podrían variar de un ángulo a otro, donde los riesgos que habrían de percibirse con cautela son los de reproducción de una estructura jurídica en sintonía con el desconocimiento de derechos, de cosmovisiones, de carga hiriente y obediente a pretensiones opresoras. En consecuencia, el peligro latente de que el derecho instrumentalice al cine, y también, de que el cine desfigurador o promotor de valores contrarios al reconocimiento básico de nuestra condición humana y terrícola, sea leído sin una mínima rigurosidad crítica, son la disyuntiva de un lazo cognitivo, sensible, discernido, contextualizado y soñador que se puede establecer entre ambos. 

De esta manera, toman especial relevancia las prácticas educativas que introducen al cine como un recurso pedagógico para la enseñanza del derecho, pues son la base fáctica del antes y el después de los estudios que teorizarán sobre ellas, o de los que probablemente provendrán y se alimentarán. Lo más importante es que son, al lado de la reflexión literaria, los principales espacios en los que actualmente se desenvuelven y se viven esas maneras de vincular el cine con el derecho. Al respecto, lo que muestra la literatura de derecho y cine, es que existen tendencias para su abordaje tanto conceptual como práctico, sin embargo, no hay una clara delimitación de lo que el cine puede significar para el derecho en los términos planteados, es decir, hay un margen y un arcoíris de oportunidades entre el acoger al séptimo arte atendiendo exclusivamente a sus virtudes didácticas, y el que sea considerado una compañera para el diálogo profundo y el compartir de aspiraciones anheladas.

En conclusión, los estudios de derecho y cine surgen en un momento en el que las reflexiones sobre lo jurídico han permitido entrar un tipo de posturas que conversan más con lo cultural, desarrollándose con fuerza en contextos fuera de Colombia, y surgiendo aquí con una connotación de novedad. La educación jurídica es un lugar donde está presente este vínculo con mayor fuerza, experimentando los grados en los que se puede llevar a cabo, según la agudeza con que se haga la aproximación. Y así, el cine se expone a ser introducido como un agente con competencias que pueden ser desde legitimadoras o inspiradoras de un orden, a lo mejor injusto e inhumano, hasta enteramente amigables y entusiastas de charlas transgresoras, apostantes de realidades fraternas y empáticas.
    

     
Referencias:


Medellín V., F. E. (2013). ¿Cómo apreciar una película? Bogotá D.C., Corporación Universitaria Minuto de Dios – UNIMINUTO.

Thury Cornejo, V. (2009). “El cine, ¿nos aporta algo diferente para la enseñanza del Derecho?” [Versión electrónica].  Academia. Revista sobre enseñanza del Derecho, (14), pp. 59-81. 

Triviño Pérez, J. L. (2007), “Cine y Derecho. Aplicaciones docentes” [Versión electrónica].  Quaderns de Cine. (1), pp. 69-78. Recuperado de: http://rua.ua.es/dspace/bitstream/10045/11378/1/Quaderns_Cine_N1_08.pdf