domingo, 20 de agosto de 2017

"EL SILENCIO DE LOS FUSILES", ¿UNA VUELTA DE TUERCA?

Imagen tomada de: http://revistacorrientes.com/el-silencio-de-los-fusiles/


Por: María Adelaida Galeano P.

Decir que El Silencio de los Fusiles, reconocido ya como el primer documental que trata el tema del proceso de paz en Colombia (Las2orillas, 2016a; Las2orillas, 2016b), se constituya en una obra que nos permitiera delimitar entre un antes y un después para nuestras obras fílmicas nacionales que tratan la historia del conflicto armado, es una afirmación tan arriesgadamente equivocada como esperanzadora.

Pensar en que las imágenes cinematográficas que nos han acompañado por años vayan a ser renovadas por unas más amables, que los cuerpos desnudos y sin vida empiecen a desaparecer de la pantalla, que los llantos, las historias de terror y de sangre que nos recalcan la violencia amarga de la que hemos sido víctimas puedan desvanecerse, no para olvidar estos padecimientos sino para reescribir sobre semejantes ruinas otra historia, es una posibilidad, y a lo mejor, un atrevimiento de la imaginación sencillamente atractiva. En palabras más cinéfilas, representa una vuelta de tuerca, en tanto nos sacude el hilo narrativo y nos cambia los presupuestos de los que partíamos.

En El Silencio de los Fusiles, Natalia Orozco, su directora, se encarga de registrar con su cámara un episodio crucial donde la transacción de acuerdos políticos entre actores sociales determinantes en buena parte de la violencia que nos ha azotado por décadas, le da un viraje a eso que los colombianos estaríamos acostumbrados a ver en los medios de comunicación y en el cine: una cadena incesante de odios y de muertes sinsentido. Bueno, aunque hay un elemento que sí se mantiene y se vuelve tremendamente palpable: justamente ese sinsentido ridículo que nos dividió en bandos para acabarnos mutuamente.

Lo que nos muestra Orozco, aunque sin darle igual centralidad a los pensamientos que se tejían simultáneamente en las bases sociales, a los líderes, las víctimas o a intelectuales destacados, cobra su importancia en la medida en que logra captar a esas élites desde un ángulo distinto al habitual, las interroga, se les presenta en los momentos de jaque, e incluso, las desafía. La realidad política del país encuentra una representación en esas entrevistas y en un trabajo investigativo de varios años, durante los cuales persistió una indagación que se mantuvo atenta a esos momentos de crisis por asesinatos inesperados, en momentos de tensión por unas elecciones presidenciales decisivas, en los de duda por el incumplimiento al llegar una fecha prometida y también, entre otros tantos, en los secretos, como ciertas reuniones de los combatientes guerrilleros y al escudriñar hasta la manera en que se dieron los primeros contactos entre el gobierno y las Farc.

Ver que los ánimos toman una dirección que tiene el potencial de interrumpir caminos equivocados, finalmente expresados en la firma de un acuerdo o en un apretón de manos, constituyen una semilla para apostarle a que eso que pudiera parecer un artificio exclusivo de quienes detentan el poder, es en realidad una oportunidad enorme para la apropiación de un proceso social e histórico de paz que va muchísimo más allá del fin del conflicto. El silencio de los fusiles no garantiza las relaciones de equidad, la justicia, la reconciliación y la armonía que estamos llamados a edificar todos juntos: sociedad, excombatientes y gobierno.

El Silencio de los Fusiles transmite entonces un rayo de luz. No es la luz propiamente, creo que nos falta mucho para construirla, pero es un pedacito de ella. Por ejemplo, me pregunto a mí misma por el cuándo habría podido contemplar oír directamente de algún ex comandante guerrillero, que a partir de un encuentro con víctimas en La Habana, esto les iba a permitir darse cuenta de que detrás de cada dado de baja ha sufrido muchísima gente, y de que a partir de otras reuniones significativas, iban a poder “desarmar” los aparatos de guerra de sus contrincantes, para humanizarlos, al desenmascararlos y ver los rostros de quienes estaban detrás.

Una vez más, y siendo consciente de que las atrocidades provinieron de todos los grupos involucrados, me pregunto en qué momento hace unos años atrás se hubiera podido contemplar aunque fuera una muestra, capaz de ir un poco más allá, de sensibilidad distinta a la oscura y rutinaria que ha marcado a muchas generaciones de colombianos nacidos en un panorama desolador. A lo mejor es momento de rescatar las palabras de Orozco (2017, como se citó en Vanegas, 2017) para intentar abrir una puerta de esperanza: “A lo largo del proceso, entendí que un ser humano pudo haber hecho cosas monstruosas pero eso no significa que sea un monstruo”.

Sin embargo, la duda que amenaza fervientemente esta vuelta de tuerca vive en lo que ahora mismo está ocurriendo, como son la disputa de territorios antes ocupados por las Farc y el asesinato de líderes sociales[1]. ¿Por qué ese empeño en las formas violentas para la convivencia?, ¿qué podemos esperar de estas luchas por la reorganización social? Esa costumbre de seguir las reglas de la guerra por encima de lo que sea, de cualquier otra forma de entender el mundo, lastimosamente no cesa en el estilo de vida y en los episodios violentos que nos han dejado los enfrentamientos entre las Farc y el ejército colombiano. Hay una capa social que insiste, que se funda en ellas y vive gracias a ellas: la guerra por encima de todo y sin importar que sus víctimas son seres humanos y tienen familia.

Ojalá que este apego a la violencia sea superado, que el pretendido cambio no quede en un mero momento inspirador y que logre plenitud tanto en las películas como en nuestra cotidianidad. Ojalá que nos acostumbremos a invocar los sueños en vez de las pesadillas, que dejemos de ser el país poseído por la crueldad y sea la fraternidad humana la que nos guíe con ímpetu.


Referencias

Las2orillas (2016a). Junio 27. “’El silencio de los fusiles’, primer documental sobre el proceso de paz que ve la luz”. Las2Orillas. Recuperado Julio 29, 2017, de https://www.las2orillas.co/el-silencio-de-los-fusiles-primer-documental-sobre-el-proceso-de-paz-que-ve-la-luz/

Las2orillas (2016b). Noviembre 22. “Trailer: El Silencio de los Fusiles, primera película del proceso de paz colombiano”. Las2Orillas. Recuperado Mayo 18, 2017, de https://www.las2orillas.co/el-silencio-de-los-fusiles-primera-pelicula-del-proceso-de-paz-colombiano/

Vanegas, M. A. (2017). Marzo 1. “El documental que creyó en la paz cuando aún había guerra”. ¡Pacifista! Recuperado Mayo 18, 2017, de http://pacifista.co/un-documental-que-creyo-en-la-paz-cuando-aun-habia-guerra/




[1] Al respecto, puede consultarse el Informe semestral del Sistema de Información sobre Agresiones contra Defensores y Defensora de DD.HH. en Colombia. Disponible en: https://somosdefensores.org/images/informe-semestral-enero-junio-2017-SIADDHH.pdf

No hay comentarios.:

Publicar un comentario