Páginas

sábado, 29 de marzo de 2014

CAPÍTULO 11: VIVIENDO CHINA – POR LOS SENDEROS DE SUZHOU (TERCERA PARTE)*

(De la Serie: Experiencia de Vida en China)

Hay motivo para escalar hasta el palacio de los tres tesoros. **
 Proverbio chino

Nanjing - Estación de tren
南京站
Embarcada en la aventura, el mapa del baúl de los tesoros no daba espera para continuar avanzando por sus rutas. Me encontraba entonces en el asiento asignado, y mientras disfrutaba de la música de Zhou Jielun que sonaba de fondo, observaba detalladamente a través de la ventana, inhalando otra atmósfera y tratando de conectarme imaginariamente con la que seguía. Minutos después, el tren empezó a marchar muy lentamente, Suzhou era el siguiente destino; el paisaje que saltaba a la mirada oblicuamente a través del vidrio, mostraba un panorama diferente que se volvía más fresco a medida que avanzaba, y, entre colores verdes, edificaciones, y espacios ampliamente despejados que inspiraban paz mental y renovación, se pasaron las horas que separaban a Nanjing de otra joya china.


Suzhou - Estación de tren
苏州站
En las afueras de la estación de tren en Suzhou, el ambiente emanaba la energía de una poderosa inmensidad cultural e identificaba otra vez pistas, figuras arquitectónicas antiguas y una fluctuación de gente que me convencían de estar en una China viva.


Suzhou - Colina del Tigre
苏州  虎丘
Llegada la tarde y durante el siguiente día, la belleza deslumbrante de famosos jardines históricos sería la afortunada de tener el don de imprimir serenidad profunda en el alma de quien se acercara a ella con sincera admiración. Veía la perfección de la naturaleza puesta en juego con las elegantes estructuras rectas y circulares, calculadas bajo un patrón de diseño donde las puertas, las entradas, los vitrales, los pasillos, los monumentos, los patios, los techos, las ventanas, la caligrafía inconfundible, y hasta una pagoda milenaria, eran cómplices de historias guardadas, secretas, remotas en el tiempo y pertenecientes a antiguos emperadores, príncipes, invitados y servidores que habían dejado rastro de su cotidianidad y símbolos de poder en cada rincón de lo que había sido alguna vez su aposento.


Suzhou - Jardín del Administrador Humilde
苏州 拙政园
De la misma manera, los altos árboles y arbustos todavía no florecidos, las rocas extrañamente moldeadas, los lagos con sus barquitas y los arroyos que reflejaban con transparencia desde todos sus ángulos y con impecable iluminación lo hermoso de todos estos elementos combinados hechos armonía, daban lugar a que los visitantes se dispersaran por los caminos, las escalas y los pequeños puentes, también ávidos por recorrer los sitios, tomar fotografías y pasearse por laberintos de piedras y senderos que estaban siendo testigos del paso de los años al recibir a estas generaciones nuevas con estilos de vida que se les escapaban a las que fueran un día las de sus originales huéspedes.

Suzhou - Jardín del Bosque de los Leones
苏州  狮子林园

Algo que creo incapaz de olvidar es aquella calle antigua por la que caminamos durante un largo atardecer al salir de uno de esos jardines, pensando que a tan solo unos minutos estaría la salida para tomar un taxi. Así, con el espíritu rebosante de alegría transitaba por callejones estrechos y repletos de casas, queriendo que mis ojos grabaran con la mirada el sorprendente panorama y anhelando que no se escapara de mi memoria algún detalle. A medida que se oscurecía el cielo, los faroles rojos que colgaban de todas partes, esperando al año nuevo, envolvían el espacio de magia y la zona residencial se convirtió poco a poco en puestos de ventas apretujados, mercados que parecían salidos de cuentos encantados que relataran la vida de un agradable pueblecito, afanado por atender una multitud de gente agolpada sobre los objetos puestos a rodar en el trajín comercial.      

Suzhou
苏州

Curiosos juguetes, comida de particular apariencia, artículos antiguos, máquinas que procesaban alimentos, seda, ropa, abanicos, revistas, artesanías, monederas, telas, palitos chinos… no terminaría la lista para contar lo que se podía descubrir a cada centímetro. Concluía pues otra etapa con un arcoíris de lindos recuerdos que flotaban y se deslizaban para ser guardados en el corazón, y con él, cerraba uno de los cofres del baúl, estaba lista otra vez para abrir el próximo.




Escrito por 玛利亚 (María Adelaida Galeano P.)



* Este escrito hace parte de la serie de relatos Experiencia de Vida en China, que a manera de diario de viaje comparte una de las integrantes del Semillero de Investigación en Sociología del Derecho y Teorías Jurídicas Críticas a partir de su vivencia académica en ese país. Los demás capítulos se pueden encontrar en la sección Descubriendo China de este blog.
**无事不登三宝殿。(wú shì bú dēng sān bǎo diàn).

3 comentarios:

  1. Qué hermosos relatos..
    Permites que, a través de ellos, quienes te leemos también podamos sentirnos viviendo China.
    Gracias :)

    ResponderBorrar
  2. Una persona que viaja lleva su cuerpo, su espíritu y su entendimiento hacia otras latitudes, para vivir y sentir un mundo nuevo que cambia la visión de sí misma y su realidad. La fugacidad de cada instante y los sucesos que rodean al viajero se eternizan en su memoria y sus palabras; las personas, los diálogos, las edificaciones, los paisajes y absolutamente todo, se vuelve una contemplación y un aprendizaje permanente que se multiplica al ser compartido.
    Como bien dice "bmmaria" en el comentario anterior, otras personas tenemos la oportunidad de viajar hacia otros sitios y vivir otras experiencias, imaginariamente, con ayuda de las palabras que relatos como este nos regalan, impregnados de una magia que nos conceden vivir, por un instante, en un mundo encantado.
    Felicidades, María.

    ResponderBorrar
  3. Les agradezco mucho sus palabras y el querer compartir sus comentarios, me alegra enormemente que también estén viviendo China con la lectura de cada capítulo. Gracias a ustedes por hacerse igualmente partícipes de esta experiencia. Y así es, el viajero es un ser íntegro que evoluciona a medida que avanza en su travesía y el goce es más valioso y fructífero cuando puede enterar a otros de sus aprendizajes, apreciaciones y reflexiones.

    ResponderBorrar