(De la Serie: Experiencia de Vida en China)
Con voluntad se logra el éxito. **
Proverbio
chino
Había
aguardado a que el calendario marcara esa fecha, sabiendo que esta me otorgaría
el privilegio de abrir el baúl de los tesoros, un baúl que estaría repleto de
esmeraldas y joyas preciosas invaluables que parecían no tener fin, que al
contemplar su belleza más fascinación me generaban, más me asombraban y me
hacían feliz. Era consciente de que iban a sobrar las sorpresas, de que lo
desconocido se volvería una rutina y la pasión por vivir llegaría a su punto
máximo durante aquéllos once días.
Decidida
a tener el espíritu abierto para gozar de la libertad y enfrentarse a ese entorno
exterior, iniciar la travesía en la que el principal equipaje lo conformaban lo
aprendido del idioma hasta el momento, una cámara traviesa y los deseos
infinitos de explorar y conocer más el mundo, ya era momento pues de agitar las
alas para volar entre los encantos de la cultura oriental.
Esa
mañana me dirigí entonces a la estación de bus más próxima a Dawai. Ya tenía
bien preparada la pregunta que le haría al conductor con el fin de que me
dejara en el lugar más conveniente en el centro de Dalian, para después tomar
un taxi que me llevaría a mi objetivo. A pesar de esto, tal vez por no hacerme
entender bien, tal vez porque aquél quería guiarme a su manera para llegar a mi
destino final, o quizás por ambas cosas, tal planeación no salió como lo había
esperado, y así, intentando seguir la cadena de rutas que me indicaban uno tras
otro, preguntando de chofer en chofer, por fin el tercer autobús fue el
encargado de acercarme hasta unas varias cuadras del aeropuerto de la ciudad,
donde sin equivocarme, opté por seguir disimuladamente a otras personas que
también llevaban maletas de viaje, para no tener pérdida.
Horas
después abordé el avión rumbo a Nanjing, y luego de un vuelo turbulento, otro
lugar de China se disponía a abrirme sus puertas. Había caído la noche y debía
dirigirme a la estación norte de dicha capital antigua, así que tomé el autobús,
desde donde alcancé a observar un ambiente urbano que se me hacía familiar y
agradable. Sin duda era un viaje agotador, pero todavía faltaba culminar el
último tramo antes del merecido descanso, por lo que al arribar me reuní con mi
amistad china para dirigirnos al metro, afortunadamente el último medio de
transporte del día.
Sin
esperármelo tan pronto, la primera experiencia cautivante se hizo presente
minutos después, cuando al caminar por la calles de Nanjing, curiosamente y
careciendo de alguna explicación para ello, tenía la sensación de que estaba recorriendo
aceras conocidas, disfrutaba de una atmósfera que identificaba misteriosa y
mágicamente con mi ciudad natal, Medellín; como si estuviese andando por las
cuadras de alguno de sus barrios, respirando su aire y contagiándome de su
empatía.
Nanjing (南京) |
Nanjing (南京) |
Escrito por 玛利亚 (María Adelaida Galeano P.)
*
Este escrito hace parte de la serie de relatos Experiencia de Vida en China, que a manera de diario de viaje
comparte una de las integrantes del Semillero de Investigación en Sociología
del Derecho y Teorías Jurídicas Críticas a partir de su vivencia académica en
ese país. Los demás capítulos se pueden encontrar en la sección Descubriendo China de este blog.
**有志者事竟成。(yǒu
zhì zhě shì jìng chéng).
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