Hay
motivo para escalar hasta el palacio de los tres tesoros.
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Proverbio
chino
Nanjing - Estación de tren 南京站 |
Embarcada en la aventura, el mapa del
baúl de los tesoros no daba espera para continuar avanzando por sus rutas. Me
encontraba entonces en el asiento asignado, y mientras disfrutaba de la música
de Zhou Jielun que sonaba de fondo, observaba detalladamente a través de la
ventana, inhalando otra atmósfera y tratando de conectarme imaginariamente con
la que seguía. Minutos después, el tren empezó a marchar muy lentamente, Suzhou
era el siguiente destino; el paisaje que saltaba a la mirada oblicuamente a
través del vidrio, mostraba un panorama diferente que se volvía más fresco a
medida que avanzaba, y, entre colores verdes, edificaciones, y espacios
ampliamente despejados que inspiraban paz mental y renovación, se pasaron las
horas que separaban a Nanjing de otra joya china.
Suzhou - Estación de tren 苏州站 |
En las afueras de la estación de tren
en Suzhou, el ambiente emanaba la energía de una poderosa inmensidad cultural e
identificaba otra vez pistas, figuras arquitectónicas antiguas y una
fluctuación de gente que me convencían de estar en una China viva.
Suzhou - Colina del Tigre 苏州 虎丘 |
Llegada
la tarde y durante el siguiente día, la belleza deslumbrante de famosos
jardines históricos sería la afortunada de tener el don de imprimir serenidad
profunda en el alma de quien se acercara a ella con sincera admiración. Veía la
perfección de la naturaleza puesta en juego con las elegantes estructuras rectas
y circulares, calculadas bajo un patrón de diseño donde las puertas, las entradas,
los vitrales, los pasillos, los monumentos, los patios, los techos, las ventanas,
la caligrafía inconfundible, y hasta una pagoda milenaria, eran cómplices de
historias guardadas, secretas, remotas en el tiempo y pertenecientes a antiguos
emperadores, príncipes, invitados y servidores que habían dejado rastro de su
cotidianidad y símbolos de poder en cada rincón de lo que había sido alguna vez
su aposento.
Suzhou - Jardín del Administrador Humilde 苏州 拙政园 |
De la misma manera, los altos árboles
y arbustos todavía no florecidos, las rocas extrañamente moldeadas, los lagos con
sus barquitas y los arroyos que reflejaban con transparencia desde todos sus
ángulos y con impecable iluminación lo hermoso de todos estos elementos
combinados hechos armonía, daban lugar a que los visitantes se dispersaran por
los caminos, las escalas y los pequeños puentes, también ávidos por recorrer
los sitios, tomar fotografías y pasearse por laberintos de piedras y senderos
que estaban siendo testigos del paso de los años al recibir a estas generaciones
nuevas con estilos de vida que se les escapaban a las que fueran un día las de
sus originales huéspedes.
Suzhou - Jardín del Bosque de los Leones 苏州 狮子林园 |
Algo que creo incapaz de olvidar es aquella
calle antigua por la que caminamos durante un largo atardecer al salir de uno
de esos jardines, pensando que a tan solo unos minutos estaría la salida para
tomar un taxi. Así, con el espíritu rebosante de alegría transitaba por
callejones estrechos y repletos de casas, queriendo que mis ojos grabaran con
la mirada el sorprendente panorama y anhelando que no se escapara de mi memoria
algún detalle. A medida que se oscurecía el cielo, los faroles rojos que
colgaban de todas partes, esperando al año nuevo, envolvían el espacio de magia
y la zona residencial se convirtió poco a poco en puestos de ventas apretujados,
mercados que parecían salidos de cuentos encantados que relataran la vida de un
agradable pueblecito, afanado por atender una multitud de gente agolpada sobre los
objetos puestos a rodar en el trajín comercial.
Suzhou 苏州 |
Curiosos juguetes, comida de
particular apariencia, artículos antiguos, máquinas que procesaban alimentos,
seda, ropa, abanicos, revistas, artesanías, monederas, telas, palitos chinos…
no terminaría la lista para contar lo que se podía descubrir a cada centímetro.
Concluía pues otra etapa con un arcoíris de lindos recuerdos que flotaban y se deslizaban
para ser guardados en el corazón, y con él, cerraba uno de los cofres del baúl,
estaba lista otra vez para abrir el próximo.
Escrito por 玛利亚 (María Adelaida Galeano P.)
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Este escrito hace parte de la serie de relatos Experiencia de Vida en China, que a manera de diario de viaje
comparte una de las integrantes del Semillero de Investigación en Sociología
del Derecho y Teorías Jurídicas Críticas a partir de su vivencia académica en
ese país. Los demás capítulos se pueden encontrar en la sección Descubriendo China de este blog.
**无事不登三宝殿。(wú
shì bú dēng sān bǎo diàn).
Qué hermosos relatos..
ResponderBorrarPermites que, a través de ellos, quienes te leemos también podamos sentirnos viviendo China.
Gracias :)
Una persona que viaja lleva su cuerpo, su espíritu y su entendimiento hacia otras latitudes, para vivir y sentir un mundo nuevo que cambia la visión de sí misma y su realidad. La fugacidad de cada instante y los sucesos que rodean al viajero se eternizan en su memoria y sus palabras; las personas, los diálogos, las edificaciones, los paisajes y absolutamente todo, se vuelve una contemplación y un aprendizaje permanente que se multiplica al ser compartido.
ResponderBorrarComo bien dice "bmmaria" en el comentario anterior, otras personas tenemos la oportunidad de viajar hacia otros sitios y vivir otras experiencias, imaginariamente, con ayuda de las palabras que relatos como este nos regalan, impregnados de una magia que nos conceden vivir, por un instante, en un mundo encantado.
Felicidades, María.
Les agradezco mucho sus palabras y el querer compartir sus comentarios, me alegra enormemente que también estén viviendo China con la lectura de cada capítulo. Gracias a ustedes por hacerse igualmente partícipes de esta experiencia. Y así es, el viajero es un ser íntegro que evoluciona a medida que avanza en su travesía y el goce es más valioso y fructífero cuando puede enterar a otros de sus aprendizajes, apreciaciones y reflexiones.
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